Impulsando la agenda 2030 para el desarrollo sostenible desde la universidad
En 2015, los Estados miembros de la ONU reconocieron que los mayores desafíos del mundo actual son la erradicación de la pobreza extrema, la lucha contra la desigualdad y la pobreza, y la lucha contra el cambio climático. En este contexto, la Asamblea General de las Naciones Unidas adoptó la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible. La Agenda representa un plan global de acción a favor de las personas, el planeta y la prosperidad y, al mismo tiempo, aspira a fortalecer la paz universal y garantizar el acceso a la justicia.
La Agenda 2030 incluye 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) con 169 metas que abordan cuestiones económicas, sociales y ambientales. Este conjunto de objetivos y metas son el resultado de un proceso de más de dos años de negociaciones entre gobiernos, consultas públicas e interacciones con la sociedad civil en todo el mundo. La Agenda representa una nueva estrategia que debe inspirar los programas de desarrollo mundiales durante 15 años.
En el momento de su adopción, los países se comprometieron a movilizar los medios necesarios para su implementación. Sin embargo, la ONU reconoció recientemente que la Agenda de Desarrollo Sostenible necesita un impulso urgente para alcanzar sus objetivos, dado que las acciones que se están llevando a cabo no sólo no mantienen el ritmo que haría falta para cumplir con ellos, sino que incluso registran un retroceso en relación con la erradicación del hambre en el mundo. El Gobierno español ha tomado nota de la necesidad de impulsar las acciones para conseguir alcanzar los retos que nos hemos fijado entre todos. Por este motivo, el pasado mes de junio se publicó el Plan de Acción para la Implementación de la Agenda 2030, un documento que define los ejes principales de la Estrategia Española de Desarrollo Sostenible. Este tipo de iniciativas también han tenido su reflejo en la sociedad civil, como por ejemplo en el caso de la plataforma Futuro en Común, que aglutina a diferentes actores sociales que trabajan para cumplir con los ambiciosos objetivos de la Agenda.
En este contexto, los profesores e investigadores que trabajamos en el ámbito de la educación superior podemos plantearnos la siguiente pregunta: ¿qué podemos hacer desde la Universidad, y desde el sector educativo en general, para impulsar la Agenda y contribuir a la consecución de los ODS? En este sentido, existen diferentes iniciativas a nivel internacional para abordar los ODS en el ámbito educativo, con el objetivo de acercar el contenido de la Agenda a los jóvenes del mundo para inspirarles en su desarrollo personal y educativo. Por ejemplo, «La lección más grande del mundo» es una plataforma global que incluye multitud de recursos educativos basados en los ODS, con el objetivo de generar sinergias entre diferentes actores y conseguir que los más jóvenes se sumen al esfuerzo colectivo que el reto necesita. Por otro lado, la plataforma «Teach SDGs» es otro ejemplo de este tipo de proyectos que aspiran a generar redes de profesores y educadores comprometidos con el objetivo de acercar los ODS a jóvenes y estudiantes en todo el mundo. La Plataforma del Conocimiento sobre los ODS y la aplicación ODS en Acción, son otros ejemplos de iniciativas que intentan generar sinergias entre diferentes actores para sumar esfuerzos a esta tarea común.
En la Universidad de Salamanca, probablemente la principal contribución a los esfuerzos para implementar la Agenda 2030 ha sido la organización de la Conferencia Iberoamericana sobre Objetivos de Desarrollo Sostenible, celebrada entre los días 27 y 29 de junio de 2018. Esta conferencia representa un ejemplo claro del éxito de las alianzas multiactor, ya que fue organizada por la Universidad de Salamanca, la Universidad Politécnica de Madrid e Iberdrola. Durante tres días, más de 50 ponentes de todo el mundo compartieron sus conocimientos y su experiencia en un marco definido por cuatro líneas temáticas: Medio ambiente y energía, innovación para el desarrollo, alianzas multiactor y, por supuesto, educación para la transformación.
Para algunos de nosotros fue un privilegio poder participar en la organización de este evento al que asistieron más de 600 personas de todos los países de Iberoamérica. Los retos, las inquietudes y las propuestas para avanzar hacia la consecución de los ODS en el ámbito iberoamericano se plasmaron en la Declaración de Salamanca sobre Objetivos de Desarrollo Sostenible, un texto que representa una invitación abierta a todas las personas, de cualquier país, edad y condición, para la aceptación de una serie de principios generales y la asunción de un compromiso institucional o personal para el avance hacia el logro de los ODS. La Declaración aspira a convertirse en un instrumento fundamental para conseguir esta transformación ineludible.
Además, un grupo de estudiantes de la Universidad de Salamanca, entre los cuales había representación de la Facultad de Economía y Empresa, tuvieron la oportunidad de participar en un proceso de aprendizaje tutorizado a través de la plataforma BeForGet. Durante los meses previos a la conferencia, nuestros estudiantes debatieron con otros equipos de países iberoamericanos y plantearon iniciativas para implementar los impulsando la agenda 2030 para el desarrollo sostenible ODS a nivel local en sus propios campus universitarios. Tuve ocasión de ejercer como tutor del equipo de la Universidad de Salamanca, y pude comprobar en primera persona el enorme potencial de los jóvenes universitarios a la hora de aportar soluciones prácticas a problemas concretos de nuestra vida cotidiana en el ámbito universitario. Sin duda, esta experiencia sentó las bases de un enfoque colaborativo a nivel internacional que, con toda seguridad, generará interesantes proyectos durante los próximos años.
A un nivel más modesto, en el marco de la asignatura Economía Pública y Sistema Fiscal del primer curso del Grado en Administración y Dirección de Empresas, he tratado de incluir el análisis de los ODS como uno de los ejes del programa de estudios. En esta asignatura los alumnos estudian el papel del sector público en la economía, analizando cómo el Estado, en sus diferentes niveles, desempeña un papel fundamental para resolver los problemas económicos y alcanzar los principales objetivos económicos que afronta nuestra sociedad. Además, los estudiantes aprenden cuáles son los mecanismos de financiación de los que el sector público dispone para financiar su actividad, y cómo estos pueden generar diferentes efectos sociales y económicos.
En este sentido, a lo largo del curso los estudiantes tienen que resolver diferentes prácticas semanales, donde se utilizan los conocimientos teóricos adquiridos para analizar supuestos reales de la actualidad económica y social. Dichas prácticas se han centrado en diferentes sectores, como la educación, sanidad, medio ambiente, energía, transporte, empleo, agua y saneamiento, I+D+i, o cooperación internacional, entre otros sectores fundamentales para la economía de nuestro país. Estas actividades incluían diferentes preguntas y ejercicios, basados en supuestos reales, diseñados para analizar los 17 ODS desde la perspectiva de la asignatura.
Además, durante los últimos años los estudiantes de esta asignatura han tenido la oportunidad de participar en diferentes simulaciones que han recreado la intervención del sector público en la economía, con el objetivo de aplicar los conocimientos adquiridos de una forma práctica. Estas simulaciones están diseñadas de manera que los estudiantes pueden experimentar en primera persona los procesos de toma de decisiones relacionados con la gestión de la economía pública a nivel local, nacional e internacional. Cada uno de estos tres niveles se basa en una simulación distinta. La actividad del sector público a nivel local se recrea mediante el juego de ordenador SIM CITY. La simulación de la gestión de la economía pública a nivel nacional consiste en una actividad basada en la actividad parlamentaria del Congreso de los Diputados. Por último, la gestión de la economía pública a nivel internacional se ha recreado mediante simulaciones del Consejo de la Unión Europea.
En cada uno de estos niveles los estudiantes han podido aplicar de manera práctica los conocimientos adquiridos a lo largo del curso, algo fundamental en el contexto del Espacio Europeo de Educación Superior. Además, gracias a estas impulsando la agenda 2030 para el desarrollo sostenible actividades, han tenido la ocasión de experimentar la complejidad de la gestión de la economía pública y descubrir la relación entre los principales sectores económicos y los ODS. Estas simulaciones se han implementado mediante distintos proyectos de innovación docente que se han puesto en marcha en esta asignatura durante los últimos años. Además, estas iniciativas han sido presentadas en diferentes foros dedicados a la docencia y la investigación, tanto a nivel nacional como internacional, obteniendo comentarios muy positivos y sugerencias para mejorar futuras actividades similares.
Es importante destacar el efecto positivo que, en nuestra opinión, pueden tener este tipo de enfoques en la educación y la formación de nuestros estudiantes, ya que a medio plazo se convertirán en profesionales que ejercerán diferentes tareas como trabajadores, empresarios, directivos o gestores públicos. Pero, ante todo, esperamos que este tipo de métodos docentes sirvan para concienciar a los estudiantes de la responsabilidad que tenemos todos los ciudadanos, tanto en nuestro ámbito profesional como en nuestra vida personal y familiar, para contribuir a la implementación de la Agenda 2030 y poder alcanzar los ODS en el plazo previsto.
Javier es Doctor en Economía por la Universidad de Salamanca. Actualmente trabaja como profesor e investigador en el Departamento de Economía Aplicada. Sus líneas de investigación se centran en la inclusión social y financiera, el desarrollo económico y social, y la evaluación de políticas públicas para el desarrollo.